Video en la enseñanza
El video en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El video tiene la capacidad de poder utilizarse de distintas formas dentro
de la enseñanza, por lo mismo, su consideración de medio didáctico vendrá de
contemplarlo como un conjunto de instrumentos tecnológicos, a través de los cuales
daremos a conocer mundos al estudiante, dependiendo de los aspectos simbólicos
y de la relación que establece con la estructura cognitiva del niño, todo ello
inmerso en un contexto escolar, respondiendo a objetivos y una pragmática del
uso (Cabero, 1989). Por lo mismo, lo que se puede alcanzar con el video,
depende de distintas dimensiones que interactúan: el video en sí, el alumno, la
adaptación didáctica y el contexto de enseñanza, es decir el profesor y la
institución educativa.
Por eso, apelando a que todo tratamiento didáctico con videos necesita de
la selección adecuada, se pueden reconocer funciones que el video puede
desempeñar en el proceso de enseñanza aprendizaje:
Transmisor de información: Es una función clásica, pero cae en el abuso de
que muchos profesores utilicen este recurso por sí solo, sin una medicación, ya
que consideran que no requiere mucha explicación. Por lo mismo, se hace
necesario que los profesores adquieran estrategias de selección didáctica y por
ende de estrategias, ya que es la única manera de que el video se transforme en
un recurso para el aprendizaje. El tratamiento lineal no debe predominar, la
mayor característica del video es que puede detenerse, y volver a retomarlo,
por lo mismo, el diálogo, el intercambio de ideas y apreciaciones y la
retroalimentación, se vuelven herramientas necesarias en el tratamiento del
video.
El video como instrumento motivador: Los medios audiovisuales en general,
poseen la facilidad de motivar a los estudiantes, que puede deberse a las cargas
afectivas y emocionales que poseen las imágenes, y el grado de semejanza con la
realidad. Por lo mismo, en cualquier momento de una clase puede ser un
facilitador de la atención, y por ende, de la motivación, siempre y cuando, no
se haga un abuso en una recepción pasiva de sus contenido, y de dejen de lado
estrategias y el diálogo entre los actores educativos.
El video como instrumento de conocimiento por parte de los estudiantes: en
esta función, el video se convierte en una herramienta que lleva a los
estudiantes a ser emisores, y no receptores pasivos de mensajes audiovisuales,
es decir, que se conviertan en productores de videos. Los estudiantes logran
una mayor vinculación con el contexto, además, se puede apreciar los valores
connotativos que hay de por medio.
Para eso, es necesaria una adecuada
formación, en donde se les enseñe técnicas del video, medios para grabar,
recursos estéticos, etc. Lo realmente importante, no es la calidad de imagen
del video, sino que más bien el proceso que hay en su elaboración: selección de
contenidos, elaboración del guión, análisis de la realidad y adecuación a la
situación comunicativa.
El video como instrumento de evaluación: ya que el video permite que la
constante reproducción, el estudiante, después de realizar su video, puede
recibir constante feedback, mediante autoevaluación o evaluación. Otra forma,
es dar a conocer a los alumnos situaciones en donde deban emitir juicios de
valor, de manera de evaluar destrezas y habilidades en los estudiantes.
El video como instrumento de comunicación y alfabetización icónica de los
estudiantes: El elevado consumo de medios de comunicación de masas y la
ideología que muchas veces forma parte de ellos, lleva a que sea necesario
formar a los estudiantes en la comprensión profunda de los medios de
comunicación, por ende, la utilización del video es una herramienta para
generar espacios de sensibilización frente a la imagen, para reconocer aspectos
técnicos de éstas y para lograr que los estudiantes adquieran estrategias de interpretación
frente a mensajes ocultos. Además, se hace necesario que el docente deje en
claro desde un principio que el lenguaje audiovisual da a conocer una realidad
simbólica y no la realidad mismas.
La evaluación por parte del profesor del video es necesaria, no puede dejar
de ser considerada por ningún motivo. Se debe tener en cuenta los distintos
aspectos que lo componen: calidad técnica, grado de motivación en el alumnado,
concordancia con objetivos didácticos, permite la interacción de los estudiantes,
operaciones cognitivas que exige, facilita la realización de ejercicios
posteriores, etc.
Por último, el video será un excelente recurso para el
aprendizaje si se tienen en cuenta estrategias didácticas, adecuación del
contenido y un conocimiento de los estudiantes.
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